Le comenté:
- Me entusiasman tus ojos.
- Me entusiasman tus ojos.
Y ella dijo:
-¿Te gustan solos o con rímel?
-Grandes, respondí sin dudar.
Y también sin dudar
me los dejó en un plato y se fue a tientas.
Ángel González
Muchas veces los ojos son una de las partes del cuerpo donde la inspiración poética parece centrar su mirada para alabar a la persona amada.
Los ejemplos serian muchos... yo he elegido a Ángel González por una mera cuestión de gusto personal, sin embargo, desde los inicios de la literatura los ojos son fuente de inspiración para alabar la belleza de quien se ama.
Sin embargo, en literatura también los ojos y la mirada se usan desde una vertiente no meramente descriptiva sino como un sentido que enturbia la realidad, que no nos permite ver la realidad. Un fragmento de La Celestina valga de ejemplo (aunque sólo es un ejemplo, pues la cantidad ingente de reflexiones sobre la mirada en la literatura es asombrosa):
No podía, ni quería, acabar esta reflexión sobre la literatura y los ojos con una cita de uno de los complementarios de Machado:
El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas;
es ojo porque te ve.
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