Cuelgo las siguientes
fotografías del posible proyecto fotográfico con el terror de la inseguridad. A pesar
de las dudas y un cierto malestar interior, lo hago. Quizá para forzarme a
creer que esas dudas son sólo fruto de mi inseguridad creciente en esta nueva forma
de entender la fotografía.
Y después del punto (supuestamente final) me viene a la
memoria una frase que mi padre me ha repetido hasta la saciedad (y que a su vez
citaba a Lampedusa):
Todo ha de cambiar para que todo siga igual.
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